Ya llega el verano y los rayos del sol empiezan a caer con fuerza. El sol nos proporciona muchos efectos beneficiosos para nuestro organismo: tiene una acción antidepresiva y nos proporciona vitamina D.
Pero también hay que tener cuidado. Un exceso de exposición al sol nos puede provocar quemaduras, envejecimiento prematuro o incluso cáncer de piel.
Por ello, hemos de tener una serie de precauciones cuando nos exponemos al sol, sobre todo en verano y sobre todo en determinados lugares donde el sol es más fuerte.
En primer lugar, debemos aplicarnos protector solar antes de salir de casa. Evitaremos las radiaciones ultravioletas A y B, y con ello quemaduras y manchas, sobre todo en la cara. Luego se debe volver a aplicar cada dos o tres horas. Y no solo lo hemos de usar protector cuando vamos a la playa o a la piscina, el sol también calienta en las calles de una ciudad o en la montaña. Hay que usarlo siempre.
No te la juegues en verano, y elige siempre para tu piel alguna de las mejores cremas solares.
Se debe usar un factor de protección solar alto, 30 o más, sobre todo al principio cuando nuestra piel aún está muy blanca y sensible después del largo invierno. No pienses que así no te vas a poner morena. No es cierto: te broncearás pero a un ritmo adecuado y protegiendo tu piel. Te quedará un tono más natural y, desde luego, más duradero.
También es recomendable utilizar gorras o sombreros para evitar que los rayos incidan directamente sobre la piel de nuestra cara, más sensible y más propensa a las manchas que además se ven mucho y quedan muy feas sobre el rostro.
Si vamos a bañarnos hay que buscar un protector solar resistente al agua. Aún así hay que ponerse el protector cada poco tiempo. Y hay que ponérselo en casa. No vale eso de llegar a la playa, ponerse el protector en ese momento y ya no volver a ponerse en toda la mañana. Así no te estás protegiendo.
No es recomendable tomar el sol en las horas del mediodía. Entre las 12 y las 15 horas es cuando los rayos del sol inciden más directamente y por tanto es cuando más perjudicial es. Hay que evitar esas horas, sobre todo si vas con niños. A continuación tienes los diferentes fototipos ¿Cual es el tuyo?
Después de una exposición solar grande, como cuando vas a la playa o la piscina, es recomendable utilizar alguna crema hidratante y una vez a la semana hay que exfoliar la piel para que se mantenga sana.
En definitiva, tomar el sol: sí, pero con precaución. Tu piel te lo agradecerá.
El sol llega a nuestra piel
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