El orgasmo femenino: el gran desconocido. Durante muchos años el orgasmo femenino ha sido el gran desconocido en cuanto a sexo se refiere. En las mujeres de antaño no era una prioridad conseguir un orgasmo, ni siquiera lo era disfrutar con el sexo. En los últimos años esto ha cambiado sustancialmente y ahora las mujeres también queremos disfrutar del sexo y lo percibimos como algo importante en nuestras vidas.
La sexualidad en las mujeres tiene mucho que ver con el cuerpo pero también con la mente. El orgasmo es una culminación en el acto sexual, pero no debe ser el objetivo final, sino una parte más del placer en la relación sexual.
Además, según el diario The Sun el orgasmo crea una reacción química muy beneficiosa para la salud. Ayuda a superar el estrés o la depresión y reduce el riesgo de cáncer de mama.
Tradicionalmente los expertos hablan de dos tipos de orgasmo femeninos: el vaginal y el que se alcanza por la estimulación del clítoris. En los últimos años se tiende a pensar que en realidad es uno solo: durante la penetración el pene ejerce presión sobre el clítoris y se produce el orgasmo.
La estimulación del clítoris es la principal forma con que las mujeres alcanzan el orgasmo ya que contiene una gran cantidad de terminaciones sensitivas, incluso más que el glande masculino. Además, las mujeres no necesitan un periodo de recuperación tan prolongado como los hombres por lo que les es más fácil disfrutar de varios orgasmos en un mismo acto sexual.
A menudo los hombres dicen que las mujeres no disfrutan con el sexo. Esto es un mito que hay que desmontar. No es cierto, las mujeres sabemos y queremos disfrutar con el sexo igual que nuestros compañeros.
El cuerpo de la mujer tiene unas peculiaridades sexuales que hay que descubrir. Para que disfrutemos es importante que nuestro amante sepa qué, cómo y cuándo acariciar.
Pero no tiene que adivinarlo, puede probar y eso es divertido, pero tampoco pasa nada porque nosotras mismas le enseñemos lo que nos gusta. Al contrario, ambos disfrutaremos mucho más. Una buena comunicación entre la pareja, hablar de los gustos sexuales de cada uno, sin tapujos y llamando a las cosas por su nombre, son ingredientes imprescindibles para disfrutar al máximo de nuestras relaciones sexuales.
Así, que ya sabéis. Hay que decir lo que nos gusta, pedir lo que nos apetezca, quitarnos vergüenzas o tabúes absurdos, relajarnos… ¡y a disfrutar!
El orgasmo femenino: el gran desconocido
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