Cocó Chanel una mujer tan fascinante como controvertida. Fue una mujer rompedora en sus diseños y revolucionaria en su forma de vivir. Fue la creadora del traje sastre femenino. Puso de moda las prendas en blanco y negro, los cinturones de cadena, las camisas con el cuello y los puños blancos y los collares de perlas.
Su nombre era Gabrielle Bonheur Chanel y nació en 1883 en Saumur, Francia. Su madre era lavandera, su padre un vendedor ambulante. Las condiciones económicas de la familia eran precarias. Cuando Gabrielle tenía doce años, su madre murió y su padre envió a las dos chicas a un convento – orfanato. Es allí donde Gabrielle aprende a coser.
Tras dejar el convento Gabrielle consigue un empleo como costurera que alternaba con otro como cantante en un cabaret. Fue por entonces cuando recibió el apodo de “Cocó” por una de las canciones que cantaba.
En esa época conoció a Étienne Balsan, un rico heredero textil y se convirtió en su amante, lo que le permitió relacionarse con la alta sociedad francesa. Con la ayuda económica de Balsan inauguró su primera tienda en 1909 en Paris.
Poco después inició un romance con el capitán inglés Arthur Edward Capel, miembro de la alta sociedad inglesa. Es a Capel al que se le atribuye el diseño de la botella del perfume Chanel nº 5 al imitar las líneas rectangulares de su decantador de whisky. Estuvo con Capel nueve años, incluso después de su matrimonio con otra. Capel murió en un accidente de coche en 1919 y Cocó se queda profundamente abatida. Es entonces cuando diseña el llamado “pequeño vestido negro” que fue un éxito rotundo.
Cocó diseñaba prendas cómodas y cotidianas, alejándose de los molestos corsés. Utilizaba colores como el blanco y el negro. Apostó por la sencillez como elemento central del buen gusto y rompió con los estereotipos predominantes hasta el momento en el mundo de la moda.
En 1913 introdujo modelos diseñados con tejidos como el jersey y el tricot. Su hermana Antoinette y su tia Adrienne paseaban a diario por Paris luciendo los diseños de Cocó. En 1915 inaugura una nueva tienda en Biarritz y allí conoció al gran duque ruso Dimitri Romanov con quien tuvo una aventura.
En 1921 creó con Ernest Beaux su primer perfume, Chanel Nº 5, que se convertiría en su producto más emblemático. Después creó la empresa Parfums Chanel junto a los perfumistas Wertheimer.
Poco después conoció al duque de Westminster, Hugh Richard Arthur Grosvenor, con el que mantuvo una relación durante 10 años. Grosvenor le regaló el terreno donde construyó su villa «La Pausa». Fue él quien le presentó a Winston Churchill, con el que le uniría una gran amistad.
En 1935 su empresa contaba con más de 4.000 empleados. Gloria Swanson, Greta Garbo y Marlene Dietrich se contaban entre sus clientas.
En 1939, al comenzar la Segunda Guerra Mundial, tuvo que cerrar todas sus tiendas excepto una que comercializaba solo perfumes y accesorios. Empezó a demostrar públicamente su aversión por los judíos y los homosexuales. Durante la ocupación alemana de Paris estuvo residiendo en el Hotel Ritz, donde estaban los altos oficiales alemanes y empezó una relación con uno de ellos, Hans Gunther von Dincklage.
Trabajó para el general Walter Schellenberg, jefe de inteligencia de las SS. Cocó Chanel se aprovechó de sus relaciones con la jerarquía nazi para zanjar el contencioso que mantenía con los hermanos Wertheimer por el control de la empresa Parfums Chanel. Los Wertheimer eran judíos por lo que Chanel solicitó ser la única propietaria de la empresa. Pero en 1940 los hermanos, anticipándose a las medidas nazis contra los judíos, habían cedido el control legal a Félix Amiot, un industrial francés no judío. Al finalizar la guerra Amiot devolvió la empresa a los Wertheimer. Como ambas partes eran conscientes de que una lucha legal podía dejar demasiado en entredicho la marca Chanel llegaron a un acuerdo por el que ella recibió una parte de las ganancias de las ventas del famoso perfume, lo que la convirtió en una de las mujeres más ricas del mundo.
Al finalizar la guerra Chanel fue interrogada por las autoridades por sus actividades como colaboradora nazi, pero la falta de pruebas evitó que la condenaran. Aun así su filiación pro nazi afectó su imagen seriamente. En 1945 se trasladó a Lausana, Suiza.
En 1954 logró reabrir su empresa, con escaso éxito en Francia, ya que los franceses no le perdonaron su afiliación nazi, pero sí tuvo gran éxito en Estados Unidos y en el Reino Unido. Elizabeth Taylor, Grace Kelly y Rita Hayworth empezaron a utilizar sus modelos tras su regreso a la moda. Más tarde también vestiría a María Callas, Audrey Hepburn y Jackie Kennedy (ésta última vestía un modelo de Chanel el día que asesinaron a su marido).
Al final de su vida Chanel se hallaba enferma y muy afectada por su adicción a la morfina. Murió el 10 de enero de 1971 con 87 años por un ataque cardiaco en su habitación del Hotel Ritz, donde había vivido más de 30 años. Sus restos están enterrados en el Bois-de-Vaux Cementery, en Lausana.
Para acabar esta semblanza de la controvertida Cocó Chanel os dejo dos de sus frases más conocidas:
“La sencillez es la clave de la elegancia”
“Viste vulgar y solo verán el vestido, viste elegante y verán a la mujer»
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